De hecho es la causa más común de muerte infantil. Los leones, por ejemplo, cuando toman el control de una manada suelen matar a todos los cachorros que encuentran en ella, según apuntan los zoólogos de la Universidad de Cambridge Dieter Lukas y Elise Huchard, autores de un trabajo publicado en la revista Science.

Ambos deducen que, al matar a las crías ajenas, el macho consigue que la madre vuelva a ser fértil en poco tiempo, puesto que queda liberada de la lactancia y el cuidado de la prole. Esto aumentaría las probabilidades del macho de engendrar con ella. Se trata de un comportamiento propio de especies en las que unos pocos machos se aparean con múltiples hembras.

Redacción QUO