Un buque llamado Furgro Equator, equipado con las más moderna tecnología de rastreo marítimo, ha localizado frente a las costas Papúa Nueva Guinea los restos del HMAS AE1, un submarino australiano que llevaba desaparecido desde la I Guerra Mundial. Anteriormente, ya se habían realizado otras doce expediciones para tratar de encontrar la nave, pero todas habían fracasado.
El submarino fue construido y botado en Inglaterra en 1913. Al estallar la guerra mundial, fue destinado a la flota que tenía la misión de conquistar las posesiones alemanas en Nueva Guinea. La nave tomó parte en la captura de la base germana de Rabaul pero, al término de esa misión, desapareció sin dejar rastro. Su tripulación estaba formada por 35 hombres, todos ellos australianos, británicos y neozelandeses.
No se sabe con certeza que fue lo que le ocurrió, pero el primer examen de los restos parece indicar que pudo sufrir una rotura en el casco tras chocar con algún arrecife sumergido. Y, desde aquel trágico 14 de septiembre de 1914, sus restos reposaban a una profundidad de trescientos metros.
Este submarino fue la primera nave perdida por la Real marina Australiana, y su desaparición constituía el mayor misterio de su historia naval. Ahora, más de un siglo después por fin ha sido resuelto.
Vicente Fernández López
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