Doce momentos únicos que la naturaleza nos ha dejado en 2015

Este curioso dúo revolucionó a Internet el pasado mes de marzo. La imagen fue capturada por el fotógrafo aficionado Martin Le-May (Essex).

Bautizados como los Flying Frenchies, Julien Millot y Tancrède Melet son dos ‘locos’ franceses que siempre han deseado volar. Ese deseo les ha llevado a acabar practicando slacklining entre dos globos aerostáticos.

En esta foto puedes ver a Millot caminando por la cuerda floja. 

El que veis en la fotografía es Toby Segar, un joven de 21 años. Se subió a la roca más peligrosa y espectacular de Noruega con el fin de efectuar una voltereta hacia atrás a 700 metros de altura sobre las aguas del lago Ringedalsvatnet.

Una manada de leones echando una siesta en un árbol del Parque Nacional del Serengeti (Tanzania). La fotografía fue tomada por Bobby-Jo Clow.

Un ejemplo de lo bueno que puede ser estar en el sitio adecuado en el momento oportuno. La fotografía muestra una tormenta eléctrica sobre el cráter Halemaumau (Hawái).

Los bonitos efectos de la bioluminiscencia en el Mar de Irlanda.

El equipo de NBN Noticias se encontraba trabajando cuando recibieron la visita de un compañero inesperado. El koala, totalmente integrado, decidió ayudar a los cámaras en su trabajo.

Ese es el agua expulsada por una ballena muy cariñosa en el Golfo de Alaska.

Un pequeño elefante siendo atacado por un terrible cocodrilo. El fotógrafo Francois Borman (Carters News) captó el momento en el que los elefantes más mayores intentaban salvarle.

El turista irlandés Mickey McCaldin tuvo la visita inesperada de un guepardo mientras realizafa un safari.

David Canales fue el fotógrafo que consiguió inmortalizar este gran momento en el que una gaviota intenta salvar a su amiga de las fauces de un águila calva. Lo que no sabemos es quién ganó la pelea.

A la derecha Darius, el conejo más grande del mundo con un peso de 22 kilos. A la izquierda, Annette Edwards propietaria de dos conejos gigantes de esta peculiar especie. Con solo 6 meses de edad Darius ya medía… ¡un metro!